«Está en ti, en algún rincón donde la guardaste, porque creías que ese entusiasmo era infantil. Pero hoy puedes volver a mirar a los ojos a ese proyecto vital que te hizo vibrar.

Detente, sé sincero contigo mismo y reconoce qué es lo que te mueve más allá de las palabras limitantes que te dijeron cuando eras niño.

Rememora la ilusión que sentiste entonces y deja que te inunde de nuevo.»

Tomado de Revista Mente Sana, Jorge Bucay.

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